Reflexiones
En toda mi obra está implícito un tema: la Naturaleza, el bosque, el Arbol, pero percibidos como espacio íntimo donde se produce el encuentro con uno mismo en los momentos de inmersión en la naturaleza en paz y en silencio. La luz del sol del atardecer iluminando las hojas del otoño, la variedad de colores y matices de las flores, la sensación de paz y cobijo debajo de un árbol, el murmullo del agua y la sonoridad del viento ….percibidos en la inmensidad del silencia me producen sensaciones de amplitud, de expansión, me llenan de energía y de paz. Y todo esto que me enriquece espiritualmente sé que sin proponérmelo se refleja en mi pintura.
El proceso de ejecución de la obra tiene que ver con esa actitud de inmersión de conexión conmigo misma y con el acto de pintar en sí mismo, sin racionalizar, dejando que fluya el conocimiento, las emociones para conseguir una obra libre y autentica. Dice Jean Lescure «…es preciso que el saber vaya acompañado por un olvido igual al saber mismo El no-saber es el difícil acto de superación del conocimiento Solo a este precio una obra es, a cada instante, esa especie de comienzo puro que hace de su creación un ejercicio de libertad»
En mi pintura doy prioridad al color y a la luz y a través de la superposición de manchas voy creando espacios donde se manifieste toda la fuerza expresiva de la materia,la mancha y el gesto.






